LA FP SE SALE DEL INSTITUTO

 

 

 

Mientras la industria reclama trabajadores cualificados para cubrir puestos de trabajo existentes, las aulas de formación profesional siguen sin llenarse. Es una situación difícil de explicar, pero es real. No sé si se debe a que la formación profesional sigue soportando la carga del pasado que la colocaba como el aparcamiento para los no válidos o que realmente no somos capaces de proporcionar una imagen realista de la situación actual de estos estudios.

Ante esta circunstancia, el PSOE en su programa electoral para las últimas elecciones llevaba un proyecto innovador en cuanto a los estudios profesionales. En el País Vasco se han adelantado.

En un artículo publicado en EL PAÍS , del que he tomado el título de este post, nos cuentan lo que se está llevando a cabo en Euskadi en cuanto a los estudios de formación profesional. Como se sabe, muchos de los ciclos formativos de carácter industrial tienen una duración de 2000 horas, o lo que es lo mismo, dos cursos académicos. Lo que se propone es ampliar este periodo a tres cursos y que durante estos los alumnos tengan que simultanear los estudios propios del ciclo con el trabajo remunerado en empresas del sector correspondiente a los estudios realizados.

De momento el plan se desarrolla experimentalmente en cuatro centros, pero se quiere que el curso que viene se implante en todos los que imparten formación profesional.

Los alumnos reciben un sueldo, pasan por todos los puestos de trabajo de la empresa para conocer los procesos de producción en su totalidad, consiguen un contrato desde el primer día, etc. Las empresas se responsabilizan de parte de la formación de sus propios trabajadores, o futuros trabajadores a tiempo completo, creando los perfiles específicos que demandan cada una de ellas. El nuevo papel que desarrollan los profesores les obliga a mantener actualizada su formación, ya que lo que demandan los alumnos estará relacionado con el entorno productivo real en el que ahora se mueven.

En principio todo parecen ventajas para todos los implicados; se intenta conseguir una formación profesional de calidad que derrumbe viejos estereotipos y que responda a las actuales demandas del mercado de trabajo.